Homilías
12 DE MARZO: DOMINGO SEGUNDO DE CUARESMA
SUBIR Y BAJAR DEL MONTE
En Japón tenemos el Monte Fuji, de más de tres mil metros. Es un volcán dormido, pero es el sÃmbolo del Japón. Paul Claudel, que fue embajador de Francia en Japón durante unos años, dijo del Monte Fuji que “es como un gran ángel blanco (nevado), que con sus alas protege a todo el Orienteâ€. Yo subà una vez al Fuji, caminando a fines de un mes de agosto, con mucho frÃo a pesar de estar en verano, durante la noche, para ver la salida del sol al llegar a la cumbre al amanecer. Una gran experiencia de luz, de gozo, de alabanza y acción de gracias.
Hoy, día de la Transfiguración de Jesús, segundo domingo de Cuaresma, para animar a los Apóstoles y a todos nosotros en este tiempo de penitencia, recuerdo de la pasión del Señor, diciéndonos que después de la cruz viene la gloria de la Resurrección, de Pascua, después del Calvario el Tabor... se nos da este mensaje: Jesús en medio de Moisés y Elías, representantes de la Ley y de los Profetas: el Antiguo Testamento dejando en medio al Nuevo Testamento... Y oímos a Pedro que quiere hacer tres tiendas para Jesús, Moisés y Elías, lleno de gozo y queriendo quedarse allí... Pero la voz de Dios Padre, les dice que escuchen a Jesús. Y Jesús les llama a bajar del monte... En fin, un conjunto de necesidad del monte, de subir: silencio contemplativo... escuchar la voz del Señor dentro del corazón, y bajar: vida ordinaria de esfuerzos sostenidos, como Abrahám (1ra. lectura) y Timoteo (2da. lectura), con paciencia luchadora, con transparencia de vida, pureza, acción de gracias y alabanza. Vivir así la Cuaresma: tiempo de gracia, para ser testigos de Jesús ante un mundo hodierno tristón, consumista... bajar del monte de la oración con nuevas fuerzas, para servir al prójimo con amor. Un eremita del desierto decía: “al que quiera volar sin alas, hay que cogerlo por los pies y tirar de él hacia abajo”...
San Anastasio del Sinaí, en una homilía sobre la Transfiguración, dijo:
“la fiesta de hoy nos muestra este otro Sinaí, la montaña más preciosa que el verdadero Sinaí por sus maravillas y sus acontecimientos: por su teofanía supera las visiones divinas figuradas y oscuras.
¡Alégrate, Creador de todas las cosas, Cristo Rey, Hijo de Dios, resplandeciente de luz, tú que has transfigurado según tu imagen y semejanza toda la creación y la has recreado de una manera más maravillosa aún! ¡Y alégrate, imagen del reino celestial, montaña sagrada del Tabor, monte de los Olivos, cantad juntos un himno y alegraos, cantad a una sola voz a Cristo en el monte Tabor y glorificadlo!”
Quiero terminar con una poesía de Gerardo Diego (1896-1987) titulada:
SALMO DE LA TRANSFIGURACIÓN
Transfigúrame.
Señor, transfigúrame.
Traspáseme tu rayo rosa y blanco.
Quiero ser tu vidriera,
tu alta vidriera azul, morada y amarilla
en tu más alta catedral.
Quiero ser mi figura, sí, mi historia,
pero de Tí en tu gloria traspasado.
Quiero poder mirarte sin cegarme,
convertirme en tu luz, tu fuego altísimo
que arde de Tí y no quema ni consume.
¡Oh mi Jesús alzado sobre el trío,
- Pedro, Juan y Santiago -
que cerraban sus ojos incapaces
de sostener tu Luz, tu Luz!
Y no cerrar mis párpados
como ellos los cerraban
con tu llaga de luz sustituyéndote
en inconsútil túnica incesante,
y dentro Tú manando faz de Dios.
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)