Homilías
DOMINGO QUINTO ANUAL
LA LLAMADA DE JESÚS, desde Tokyo por juan Vicente Catret S.J.
Este domingo nos habla de la “experiencia divinaâ€, ese misterio de encuentro con Dios que llama, en el que se dan dos momentos o facetas:
Este domingo nos habla de la “experiencia divina”, ese misterio de encuentro con Dios que llama, en el que se dan dos momentos o facetas:
una de “temor reverencial “ (misterio tremendo), y otra de “fascinanación que alegra” (misterio fascinante). Lo vemos en estas tres lecturas bíbilicas.
Primero, en la vocación o llamada del profeta Isaías en el templo. Misterio fascinante, cuando escucha el coro angélico de la gloria de Dios; misterio temeroso, cuando se siente los labios impuros pero un ángel le toca los labios con un ascua ardiente tomada del altar con unas tenazas, y lo purifica para que predique la Palabra de Dios.
Segundo, S. Pablo en su extraordinario capítulo 15 de su 1ª. carta a los de Corinto, comparte esa experiencia del misterio de la muerte y resurrección de Jesús, diciendo que se apareció a los Apóstoles, a más de 500 hermanos y a él mismo al final. Pablo experimentó “temor y fascinación” en su caída-conversión ante Damasco y en su encuentro con Cristo Resucitado.
Tercero y finalmente, Pedro, cuando Jesús predicando en su barca al pueblo que le escucha en la orilla del lago de Galilea, le dice después: “rema mar adentro para pescar”, le obedece y pesca una gran cantidad de peces. Pedro experimenta la “fascinación” de aquel estupendo milagro, y el “temor reverencial” cuando le dice a Jesús que se aparte de él “porque es pecador”. Jesús le anima y dice que de ahora en adelante será “pescador de hombres”.
Todos los cristianos recibimos esa “llamada de Jesús” a seguirle. No es imitarle, copiarle. La imagen de la “imitación” es el espejo; y la imagen del “seguimiento” es el camino. Jesús nos llama tales como somos, con nuestras cualidades y defectos, pero nos ama, quiere como amigos, desea que vivamos y caminemos por “el camino de la misericordia”...Eso es “ser pescador de hombres”, es compartir con todos nuestros prójimos la esperanza, la alegría, la amistad y el amor de Jesús nuestro Señor.
El Cardenal Newman en uno de sus sermones lo dice así:
“A lo largo de toda nuestra vida Cristo nos llama. Nos estaría bien tener conciencia de ello, pero somos lentos en comprender esta gran verdad: que Cristo camina a nuestro lado y, con su mano, sus ojos y su voz, nos invita a seguirlo...Dios te mira, quienquiera que seas. Dios te llama por tu nombre. Te ve y te comprende, Él que te hizo. Todo lo que hay en tí lo conoce; todos tus sentimientos y tus pensamientos, tus inclinaciones, tus gustos, tu fuerza y tu debilidad. Te ve en los días de alegría y en los tiempos de pena...te abraza y te sostiene, te levanta o te deja descansar en el suelo. Contempla tu rostro cuando lloras y cuando ríes, en la salud y en la enfermedad. Mira tus manos y tus pies, escucha tu voz, el latido de tu corazón y hasta tu aliento. No te amas tú más que te ama Él”.
Termino con la poesía de Benjamín González Buelta titulada:
LA LLAMADA DEL TODO
Hay que dejarlo todo
en el seguimiento de Jesús.
Primero se dejan las cosas:
lo que se recibe heredado
y viene grapado al apellido,
lo que es fruto del trabajo
y lleva nuestra huella.
También hay que dejarse
a sí mismo:
los propios miedos,
con su parálisis,
y los propios saberes,
con sus rutas ya trazadas.
Después hay que entregar
las llaves del futuro,
acoger lo que nos ofrece
el Señor de la historia
y avanzar en diálogo
de libertades encontradas
mutuamente para siempre,
que se unifican en único paso
en la nueva puntada del tejido. ANUAL
¿Cómo abandonarlo todo
sin sentir al Todo
llenar nuestras ausencias
y seducir nuestros haberes?
j.v.c.
HIJO MUY QUERIDO
Reflexión a partir de las lecturas bÃblicas de la fiesta del Bautismo del Señor
Dios nos considera sus "hijos queridos". ¿Cómo podemos responder a tanto amor?