Homilías

¿QUIÉN TIENE AUTORIDAD?

Domingo 28 de enero de 2024

La palabra AUTORIDAD de inmediato nos pone en estado de “alerta” y nos preguntamos: ¿De qué se está hablando?

“Jesús enseñaba como quien tiene autoridad”.   Esta frase la leímos y escuchamos en el trozo del Evangelio de este Cuarto Domingo del tiempo litúrgico ordinario.

La palabra AUTORIDAD de inmediato nos pone en estado de “alerta” y nos preguntamos: ¿De qué se está hablando?  Si tenemos un pensamiento cívico, nos van a venir a la mente presidentes, ministros, gobernadores, jueces, policías o militares. Si tenemos una mirada religiosa, vamos a pensar en el papa o algunos obispos. No estamos muy perdidos, pero no hemos llegado al fondo.

Nos vamos a detener para pensar ¿qué es tener autoridad? Mejor, preguntémonos ¿Qué entendemos por AUTORIDAD?

La palabra AUTORIDAD deriva directamente de la palabra AUTOR. ¿Y qué es un AUTOR? Se trata de alguien que le da la EXISTENCIA a algo; se trata de alguien que de VIDA y HACE CRECER.

Pongamos algunos ejemplos: el AUTOR de un libro, de un tratado, de un cuento o de una novela, extrae ideas de su mente, las pone en palabras, las escribe y las da a conocer. El AUTOR de una música, una sinfonía o una canción extrae de su interior sonidos y sentimientos que luego traspasa a una partitura para que otros la lean e interpreten, o bien traspasa sus sentimientos al piano, al violín o a la guitarra. Así el AUTOR ha dado EXISTENCIA a su obra y la ha hecho CRECER a través de sus lectores o auditores a quienes ha traspasado algo de su VIDA.

Ese AUTOR, en la medida que ha hecho EXISTIR, CRECER y ha trasmitido VIDA; esa persona tiene AUTORIDAD.

Para nosotros, los creyentes, DIOS es el AUTOR del Universo, de toda la EXISTENCIA y de la VIDA. Así lo creemos y lo afirmamos sin dudar. Los científicos que nos hablan de la expansión del Universo o la evolución de las especies nos confirman que DIOS, EL AUTOR, TIENE AUTORIDAD, porque es Él quien los hace expandirse o evolucionar.

Y ahora, vamos a los textos bíblicos que nos ofrece la Liturgia. Tenemos un trozo del Deuteronomio y un Salmo del Antiguo Testamento; tenemos un trozo de la carta de San Pablo a los Corintios y un trozo del Evangelio de San Marcos. De este último extrajimos la frase con que hemos iniciado la reflexión de hoy: “Jesús enseñaba como quien tiene autoridad”.

¿Tenía AUTORIDAD Jesús? ¡No sólo tenía, sino que la sigue teniendo!  Los auditores de la sinagoga de Cafarnaúm de entonces, lo intuían y lo pudieron comprobar. Nosotros, observando lo que fue la vida de Jesús mientras estuvo en la tierra y cómo nos ha acompañado y guiado en los dos milenios de la historia de nuestra comunidad creyente podemos afirmar: JESUCRISTO, a pesar de todas las vicisitudes de la Historia, NOS HA MANTENIDO EN LA EXISTENCIA, NOS SIGUE DANDO VIDA A TRAVÉS DE LOS SACRAMENTOS Y NOS HACE CRECER A TRAVÉS DE SU PALABRA compartida en Comunidad. ¿Tenía AUTORIDAD Jesús? ¡No sólo tenía, sino que la sigue teniendo! 

En la lectura del Deuteronomio vemos la indiscutible autoridad de Moisés, comunicando al pueblo que traspasará su autoridad a su sucesor, que será Josué. Pero, ¿cuál fue el origen de la autoridad de Moisés? Fue directamente Dios, cuando lo llamó desde la zarza ardiente y le dio la misión de salvar a los israelitas que se encontraban dispersos y esclavos en Egipto. Fue él quien les dio una VIDA nueva haciéndolos cruzar el Mar Rojo. Fue él quien los hizo CRECER EN LA FE trasmitiéndoles los Mandamientos recibidos de Dios en el Monte Sinaí y después con la enseñanza de los profetas. Fue él y su sucesor Josué quien les dio la EXISTENCIA como pueblo.

Los consejos prácticos que el Apóstol Pablo trasmite a sus discípulos, en este caso los cristianos de Corinto, son muestra de su AUTORIDAD, ganada con su ejemplo y predicación. Él les dio la EXISTENCIA al fundar las comunidades que visitaba; él les transmitió VIDA  a través de los sacramentos y los ayudaba a CRECER en la Fe mediante sus cartas y su predicación.

Terminemos con una reflexión para nosotros. No pretendamos hoy juzgar a otras personas que hayan podido hacer mal uso de su autoridad.

1. La primera AUTORIDAD es la de DIOS, AUTOR de la VIDA, EXISTENCIA Y CRECIMIENTO de todo el Universo, de todos los vivientes y de todos nosotros.
2. Al crearnos a su imagen y semejanza, Dios quiere compartir con nosotros, también su condición de AUTOR, dando VIDA, siendo creativos y ayudando a CRECER.
3. No olvidemos que la verdadera Autoridad viene de Dios y ésta NO ES PARA DOMINAR a los demás sino para SERVIRLOS, dándoles VIDA y ayudándolos a CRECER.
4. Los papás y mamás en la familia; los ministros, diáconos, sacerdotes y obispos en la Iglesia; los alcaldes, gobernadores, oficiales de fuerzas armadas hasta el Primer Magistrado, todos están llamados a ejercer la Autoridad en su área, sabiendo que deberán dar cuenta a Dios de su función.
5. Preguntémonos: ¿Estoy ejerciendo creativamente las cualidades personales, dando vida y ayudando a crecer a quienes están a mi alrededor?

I.A.