Homilías

¡¿Primero los últimos?!

Que los últimos sean los primeros Domingo 24 de septiembre

“Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primerosâ€.

“Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”.

Estas palabras de Jesús nos quedan sonando en los oídos y golpeando nuestros corazones.

Cuando miramos a nuestro alrededor y, vemos tanta corrupción, abusos, crímenes, robos y todo tipo de maldad, volvemos la cabeza horrorizados con dolor y espanto. Espontáneamente lo condenamos y lo rechazamos. ¡Es lógico! Nosotros queremos el Bien y procuramos ir por el buen camino. Pero, ¿qué podemos hacer? ¿Nos vamos a contentar con decir que “ellos son los malos, pero nosotros somos los buenos”? ¿O pretendemos eliminar a los malos? ¿Será ésta la actitud del cristiano?

Veamos qué nos dice el salmo de hoy: “El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia”. Por aquí tenemos que empezar: ¡mucha paciencia! Pero esto no basta. Por supuesto que no nos debemos dejar arrastrar por el mal camino que tanto nos ha horrorizado. Tampoco basta que tratemos de hacer las cosas bien y cumplir los mandamientos de Dios. Tenemos que hacer algo más, precisamente por las personas que están haciendo las cosas mal.

Sigamos haciendo todo lo bueno que podamos, pero sin creernos “los mejores”. Recemos de todo corazón por los que están en el error, por los que obran el mal, para que el Señor entre en sus corazones y puedan reaccionar. Así ellos, que por ahora son los “últimos” podrán llegar a ser los “primeros”. No cesemos de orar; el Profeta Isaías nos dice hoy “Busquen al Señor mientras se deja encontrar”. Nuestra mayor alegría será saber que esos que nos causaban horror, hoy están buscando al Señor.

¿Será mucho pedir?


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