Homilías

LA ACOGIDA

DOMINGO 2 DE JULIO DE 2023

El tema que nos presentan las lecturas bíblicas de este decimotercer domingo del año litúrgico, lo he querido nombrar: LA ACOGIDA. Está vinculado con otras palabras que también empiezan con A, como Atracción, Abrazo, Acondicionamiento, Aceptación, Adaptación, Ajuste, Armonía y tantas otras, pero básicamente con el AMOR.

En el trozo del Libro de los Reyes, vemos a la viuda que acoge al profeta y le prepara un cuarto para que pueda alojar. 
En el Evangelio de San Mateo, Jesús extiende la acogida no sólo al profeta sino incluso a los pequeños, haciendo entender que, al acogerlos a ellos, lo están acogiendo a Él. Jesús refuerza la idea haciéndonos comprender que, abrazando nuestra cruz de cada día, renunciando a lo más querido de nuestro corazón, lo estamos abrazando y acogiendo a Él. 
En el trozo de San Pablo a los romanos, vemos que, al dejarnos acoger por el agua bautismal, es el mismo Cristo quien nos acoge como hermanos y nos trasmite su Vida.
¿Por qué la Iglesia habrá querido trasmitirnos estas ideas, seleccionando estos trozos de la Palabra de Dios para hoy? Porque está convencida que es lo que Dios espera de nosotros. Dios es Armonía y así todo el Universo funciona inteligentemente: desde  los astros, constelaciones y galaxias hasta los protones, neutrones y átomos . Dios quiere que nosotros, los humanos, nos atraigamos, nos abracemos, nos acondicionemos, nos aceptemos, nos adaptemos, nos ajustemos, nos armonicemos… y todo esto, acogiéndonos en el AMOR.
Hoy, las Lecturas Bíblicas nos dicen algo más, una verdadera buena noticia: Dios no se deja vencer en generosidad; siempre nos da mucho más que lo que nosotros hemos dado y lo que pudiéramos esperar. Lo vemos en el caso de la anciana acogedora de la primera lectura: viejita como era, pudo tener el hijo que tanto deseaba. San Pablo nos habla de un paso de la muerte a la vida. En el Evangelio, Jesús nos garantiza una recompensa. 
Para terminar, observemos a nuestro alrededor: ¡Cómo son queridas las personas acogedoras!
Que Dios nos abra los corazones y nos haga cada día más acogedores.

 


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