Homilías
AL OTRO LADO DE LA PUERTA ESTRECHA
DOMINGO 21° DEL AÑO LITÚRGICO, CICLO C
Dios quiere que “todos se salvenâ€, o sea, que todos seamos infinitamente felices… para siempre. En el deseo de Dios no hay excepción: Todos significa todos, pero libremente.
El problema radica en que Él nos hizo libres y respeta nuestra libertad hasta las últimas consecuencias. En otras palabras, de nosotros depende aceptar la invitación de Dios.
La imagen de la “ciudad feliz” es presentada con muros fortificados, grandes portones muy bien resguardados y una “puerta estrecha”, escondida pero accesible para quien la sabe buscar. La imagen la presenta Jesús en el trozo del Evangelio de hoy (Lc.13, 22-30). En realidad, esa puerta es el propio JESUCRISTO. Como la puerta es estrecha, debo despojarme de toda la carga inútil que me impide la pasada. Adentro lo tengo todo; no necesito entrar con nada. Los créditos me los conoce Jesucristo de antemano y consisten en AMOR a Dios y al prójimo: las buenas obras.
El despojo de todo lo inútil está expresado en la Segunda Lectura bíblica de hoy (Hebreos 12): Es el modo como Dios se encarga de ir corrigiéndonos a lo largo de nuestra vida, aunque esas correcciones normalmente nos duelan y molesten su tanto.
En la primera lectura bíblica, Isaías hace ver que el deseo de Dios se extiende a todas las naciones y todos los tiempos.
Finalmente, ¿cuál es nuestra misión, hoy? Está expresada en la antífona del salmo responsorial; “Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio”. Compartamos el secreto: la puerta estrecha es Jesús; vale la pena conocerla.
José Juan Vergara S.J., Calera de Tango, 25 DE SEPTIEMBRE DE 2019
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)