Homilías
24 DE DICIEMBRE: DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO
LA VIRGEN DEL “SÆporJuan Vicente Catret S.J.
Este último domingo de Adviento de Navidad, vÃspera de la Navidad del Señor, se centra en la figura de su madre MarÃa, a la que llamamos “la Virgen del SÃâ€, porque al ruego de Dios Padre por medio del arcángel San Gabriel de que sea la madre de su Hijo encarnado, responde afirmativa y humildemente: “Hágase en mà según tu Palabra, he aquà la esclava del Señorâ€.
Nos muestra en esa respuesta del “sí”, cuatro cualidades que queremos aprender, a saber:
San Bernardo, en su libro “Alabanzas de la Virgen María 4, 11, dice lo
siguiente:
“Escuchemos la respuesta de aquella que fue elegida para ser Madre de Dios sin perder su humildad: He aquí la esclava del Señor, que se haga en mí según tu palabra. Diciendo estas palabras, María expresa más bien su vivo deseo que no la realización de él, como quien tuviera alguna duda acerca de su cumplimiento. No obstante, nada nos impide ver en su hágase una “oración”. Porque Dios quiere que le pidamos incluso las cosas que él nos promete. Sin duda, esta es la razón de que empiece por prometernos muchas cosas que tiene deicidido darnos: la promesa despierta nuestra piedad, y la oración nos hace merecedores de lo que gratuitamente recibimos.
La Virgen lo ha comprendido, ya que al don gratuito une el mérito de su oración: Que se haga en mí según tu palabra. Que la Palabra eterna haga en mí lo que dice tu palabra hoy. Que la palabra que desde el origen está junto a Dios se haga carne en mi carne según tu palabra. Que esta Palabra no sea solo perceptible a mis oídos sino visible a mis ojos, palpable a mis manos, que yo la pueda llevar en mis brazos. Que no sea una palabra escrita y muda, sino la Palabra encarnada y viviente; no por signos inertes trazados sobre un pergamino seco, sino una Palabra en forma humana, impresa y viva en mis entrañas. Después de hablar Dios muchas veces y de diversos modos antiguamente a nuestros mayores por medio de los profetas, Su palabra les fue dada a conocer. A proclamar y a practicar. En cuanto a mí, yo pido que se instale en mis entrañas. Llamo a la Palabra insuflada en mí en el silencio, encarnada en una persona, corporalmente unida a a mi carne. Que se encarne en mí para el mundo entero”.
Termino con la poesía de Bernardo Velado Graña (1922-2011), canónigo e hijo adoptivo de Astorga, titulada:
RUEGA POR NOSOTROS, MADRE DE LA IGLESIA
Virgen del Adviento
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.
Madre de los hombres
de la mar la estrella,
llévanos a Cristo,
danos tus promesas.
Eres, Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la reina.
Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna.
j.v.c.
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)