Homilías

LA FE y LOS HECHOS

Comentario a las lecturas bíblicas del 24° domingo del Año Litúrgico.

Hoy día vamos a ver dos realidades totalmente distintas y de diferente naturaleza, que sin embargo se encuentran tan estrechamente vinculadas que, si las separamos, pierden su sentido. Nos referimos a FE y OBRAS, mejor dicho, la FE y los HECHOS.

 

Isaías 50, 5-9ª  -    Salmo 114, 1-6. 8-9 -    Santiago   2, 14-18  -   Marcos  8, 27-35

 

                        Empecemos por lo que se puede comprobar por la vista o por los sentidos: las OBRAS y los HECHOS son cosas que se pueden pesar o medir en el tiempo o en el espacio; tienen dimensión y duración; o son materiales o tienen algo material. Indiscutiblemente tienen una realidad: son reales.

 

            La FE, en cambio, no la podemos ni medir ni pesar. Sabemos que existe porque no podríamos existir si no creyéramos en algo. Sí. Necesitamos poder creer por lo menos en alguna persona: en “algo” o el “alguien”.  Algunos dicen que la han tenido o la tuvieron, pero sienten que la han perdido. Otros afirman que no la tienen, pero desearían tenerla. Otros no saben qué pensar de ella. Sea como sea, la FE es una realidad que necesitamos.

 

Nosotros hemos sido especialmente bendecidos: Nuestros padres y padrinos nos transmitieron ese don de Dios que es la Fe; la comunidad creyente, la Iglesia nos ha ayudado a fortalecer esa Fe… Y todo viene de Jesucristo, con sus enseñanzas, su ejemplo, sus milagros, su Muerte y Resurrección. Si le creemos a Jesucristo, le estamos creyendo a Dios. ¡Esto es! Tenemos FE.

 

Ciertamente que la Fe no es algo material. La Fe es una realidad esencialmente espiritual, un don gratuito que Dios nos regala. Es Dios mismo quien inunda nuestro espíritu con su presencia, llenándonos de paz, amor y alegría. Cuando esto sucede, lo valoramos más que cualquier tesoro. Nosotros lo agradecemos, porque nos hace bien, lo gozamos y deseamos conservarlo, siendo consecuentes con el don recibido.

 

Ser consecuentes con la Fe que hemos recibido. Aquí está el problema.

 

En la segunda lectura de hoy, Santiago es bien duro para hablarle a los creyentes: “si la FE no va acompañada de las OBRAS, está completamente muerta”.

 

En las lecturas bíblicas de los domingos anteriores, hemos observado con frecuencia un interesante paralelismo entre la lectura del Antiguo Testamento y el trozo del Evangelio. Hoy día lo encontramos en las palabras del Profeta Isaías y el trozo del Evangelio de San Marcos. En ambos trozos vemos la correlación entre HECHOS, en este caso dolorosos, y una actitud amorosa de FE.

 

Veamos, primero, al Profeta Isaías. Él alude a HECHOS, ciertamente dolorosos, que son sus padecimientos físicos: azotes, golpes, insultos. Él los ofrece confiadamente a Dios. Cuando los cristianos leemos este capítulo 50 de Isaías, escrito varios cientos de años antes de Cristo, nos parece estar presenciando la Pasión de Nuestro Señor.

 

El Salmo responsorial quiere confirmarnos en la FE y la confianza en la bondad del Señor, en medio de las miserias, de las angustias y de los lazos de la muerte

 

Tomamos, entonces, el capítulo 8 del Evangelio de Marcos y vemos a Jesús advirtiendo a sus apóstoles que es necesario demostrar su FE en el HECHO concreto de mayor entrega: la CRUZ. En Jesús se dará cumplimiento a la profecía de Isaías. Porque nos ama hasta el extremo, Jesús quiere confirmar nuestra FE dándonos su Vida en la CRUZ.

 

Todas las OBRAS buenas que estamos invitados a llevar a cabo, de las cuales el Apóstol Santiago nos exhorta a poner en práctica, serán la expresión de una FE viva. Entonces podremos decir con San Pablo: “Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí como yo lo estoy para el mundo”.

 

Para terminar, vamos a repetir las OBRAS DE MISERICORDIA, copiadas del domingo pasado.

 

Obras de Misericordia Corporales

  1. Dar de comer al hambriento
  2. Dar de beber al sediento
  3. Darle ropa al que no tiene
  4. Acoger o dar techo al que no tiene
  5. Visitar a los enfermos
  6. Visitar a los encarcelados
  7. Enterrar a los muertos

 

Obras de Misericordia Espirituales

  1. Enseñar al que no sabe
  2. Dar buen consejo al que lo necesita
  3. Corregir al que está equivocado
  4. Soportar los defectos del prójimo
  5. Perdonar las ofensas
  6. Consolar al triste
  7. Rezar por los vivos y los muertos

 


Música

29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA

MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET

Ofrecemos la homilía que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)