Homilías

QUEREMOS HACER EL BIEN

NO TEMAN

DOMINGO 25 DE JUNIO 12º DEL TIEMPO ORDINARIO

Desde niños, en parte por instinto y en parte por la enseñanza de nuestros mayores, nos vamos dando cuenta que ciertas cosas están bien y otras están mal. También va surgiendo en nuestra voluntad el deseo de hacer el bien y evitar el mal. Honradamente lo queremos, pero nos duele constatar que estamos lejos de lograrlo.

De una manera misteriosa, Dios nos ha ido atrayendo hacia el bien, pero con dolor reconocemos que hay cosas, personas, impulsos e ideas que quieren alejarnos de ese bien, en mayor o menor distancia. Ésa es nuestra tragedia: “Hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero”.

Cuando nos sentimos "acorralados" o desanimados en nuestros buenos deseos; cuando notamos que se están burlando de nosotros o que abiertamente nos están haciendo "la contra"... es entonces cuando Jesús sale e nuestro encuentro y nos invita: “ven conmigo, no temas. A esa invitación de Jesús, nosotros espontáneamente le decimos: “Gracias, te seguimos; vamos contigo” Jesús no sólo nos invita, sino que nos motiva para que seamos agentes multiplicadores e invitemos a más y más, atrayéndolos en esta hermosa misión.

Sin duda, la misión es hermosa, pero se nos presentan uno tras otro, nuevos obstáculos que de una u otra manera quieren desalentarnos. Es lo que vemos en los trozos bíblicos, tanto en el profeta Jeremías (20, 10-13), como en el salmo 68 o en el evangelio de San Mateo (10,26-33).

Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, el profeta dice: “El Señor está conmigo… a Ti he encomendado mi causa”. En el Evangelio, Jesús dice: “No teman a los hombres…no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”. En el Salmo hemos rezado: “El Señor escucha a los pobres”. Finalmente, San Pablo nos confirma en la Fe y la Esperanza, dones que recibimos por la gracia de Jesucristo.

Así pues, no temamos, pongamos nuestra confianza en Jesucristo y compartamos esta confianza a nuestro alrededor.