Homilías
¿POR QUÉ ESPERO?
14 de mayo: Sexto domingo del Tiempo Pascual
San Pedro, en la segunda lectura bÃblica de hoy, nos dice: “Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la ESPERANZA que ustedes tienen … pero háganlo con suavidad y respeto y con tranquilidad de concienciaâ€
¿Por qué espero? Espero porque creo.
¿Qué creo, a quién le creo, por qué le creo?
Creo lo que veo. Veo lo grande y lo pequeño. Veo la inmensidad del Universo. Compruebo la existencia de múltiples energías que misteriosamente se inter-relacionan, tanto en los astros como en los átomos. Compruebo la inexplicable existencia de la vida en los innumerables y diversos seres vivientes. Veo como ellos se relacionan en una gran armonía. Veo esta admirable obra y busco a su Autor. ¿Cuál es el Alma, el Espíritu que le da sentido a toda esta Creación? Con humildad, me atrevo a nombrarlo: es Dios, el Creador. Y… aunque no lo veo, creo en Dios, creo en el Creador. El Espíritu de Dios está en todas las cosas, en todo el Universo, dándole vida y manteniéndolo en su existencia, sin excluir a nadie y sin excluir cosa alguna. ¡Dios está aquí y Dios está allí! Esto es lo que creo. Ésta es la base, el principio de mi Fe. Tengo Fe porque creo en Dios. Creo en Dios porque alguien sembró la Fe en mi corazón. ¿Fueron mis padres?, ¿fue el cura que me bautizó?, ¿fueron mis maestros?... en una palabra, fue Jesucristo
Pero insisto: ¿por qué espero? ¿Dónde está mi esperanza?
Fue necesario que Dios se hiciera Hombre en la persona de Jesucristo para que Él sembrara en mi corazón la semilla de la ESPERANZA.
Es JESUCRISTO, con su vida, con sus obras, con sus palabras, con su ejemplo, con su muerte y su resurrección quien nos garantiza que lo que no vemos, pero esperamos es una realidad. Yo no veo la vida eterna, pero Jesucristo me la garantiza. A Jesús le creo y por eso creo en la vida eterna. Deseo alcanzar la vida eterna y por eso procuro poner los medios para obtenerla, sabiendo que, al fin de cuentas, es Dios mismo quien quiere compartirla conmigo.
El Espíritu no se ve, pero Jesús me lo promete y me lo envía. Es lo que leemos hoy en el Evangelio dominical. En la primera lectura bíblica de hoy, de los Hechos de los Apóstoles, hemos visto cómo actúa el Espíritu en las primeras comunidades ¿Cómo no voy a creer en Él y dejar que Él obre en mí? Es lo que yo espero.
Compartamos nuestra ESPERANZA y haremos más feliz al mundo que nos rodea.
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)