Homilías

29 DE DICIEMBRE: SOLEMNIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA

LA VIDA DE FAMILIA VIVIDA EN EL SEÑOR, desde Tokyo por el Padre Juan Vicente Catret S.J.

Jesús habló de Dios con hermosas parábolas: el sembrador, el médico, el pastor...Pero la más hermosa de todas es: “Abbáâ€. El balbuceo del bebé hacia sus padres. Porque fueron ellos, sus padres, fueron para Jesús la imagen viva del Abbá celestial.

   La imagen de familia que ofrece la 1ª. lectura (Eclesiástico 3,2-6.12-14) se nos queda corta, porque habla poco de amor y de ternura. las sabias consideraciones de Pablo (2ª. lectura: Colosenses 3, 12-21) están muy bien, pero les falta ternura, pasión, enamoramiento. Pero la imagen de José y María huyendo de noche para salvar la vida del niño (Evangelio: Mateo 2, 13-15.19-23), aceptando el exilio para protegerle, son algo mas, Los padres que arriesgan la vida por el niño, los padres que son el ángel de la guarda del recién nacido...Ahí es donde Jesús aprendió la mejor imagen de Dios.

  Por su cariño pudo Jesús cambiar del terror ante Yahvé a la infinita confianza en Abbá. Estoy convecido de que los que tienen la suerte de sentir íntimamente el amor de sus padres, tienen mucho camino adelantado para creer que Dios es Abbá. Como también lo sentía Jesús.

  ¿Qué rasgos podríamos destacar de una familia abierta al proyecto humanizador de Dios?

  Amor entre los esposos. Es lo primero. El hombre está vivo cuando los padres saben quererse, apoyarse mutuamente, compartir penas y alegrías, perdonarse, dialogar y confiar el uno en el otro.

  Relación entre padres e hijos. No basta el amor entre los esposos. Cuando padres e hijos viven enfrentados y sin apenas comunicación alguna, la vida familiar se hace imposible, la alegría desaparece, todos sufren.

  Atención a los más frágiles. Todos han de encontrar en su hogar acogida, apoyo y comprensión. Pero la familia se hace más humana sobre todo cuando en ella se cuida con amor y cariño a los más pequeños, cuando se quiere con respeto y paciencia a los mayores.

  El santo Papa Pablo VI en una Alocución en Nazaret, em 1964 dijo:

  Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio.

  Mas no partiremos de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas enseñanzas de la lección de Nazaret.

  Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera entre nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, más necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruído, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de una comveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que solo Dios ve.

  Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irremplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.

  Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo. Nazaret, la casa del hijo del artesano, cómo deseamos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente, restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo no puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y la libertad para ejercerlo no provienen tan solo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble.

 

  j.v.c.

 


Música

29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA

MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET

Ofrecemos la homilía que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)