Homilías
18 DE JUNIO: SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI
DIOS TOMA EL CAMINO DE LOS SENTIDOS, desde Tokyo por el P. Juan Vicente Catret S.J.
Celebramos hoy la fiesta del "Corpus Christi", en honor y adoración del "Cuerpo de Cristo". Se comenzó a celebrar en Lieja en 1246, y fue extendida a toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV en 1264. TenÃa como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la EucaristÃa, digna de ser adorada. Con esta adoración alabamos y damos gracias al Señor, que dijo: "Yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos".
Jesús acompaña a su Iglesia a través de los siglos y la conforta con el alimento eucarístico. (Primera lectura: Deuteronomio 8, 2 al 16: "Te alimentó con el maná, que tú no conocías, ni conocieron tus padres"). Alimento que es garantía de vida y de unidad: "El pan es uno y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo" (2a. lectura: 1 Corintios 10, 16 al 17).
Por el sacramento de la Eucaristía Jesús vive en nuestra ciudad, en nuestro pueblo: su casa es el templo, su celda el sagrario. Día y noche está a nuestra disposición: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día" (Tercera lectura: Juan 6, 51 al 58).
Ciertamente, Dios ha tomado el camino de los sentidos, para quedarse con nosotros. Está al alcance de orejas, manos, ojos, boca. Oíd, gustad, tomad, comed, bebed...Entra en nosotros a través del camino más natural: el de los sentidos. Nos atrae por el hambre...Y pone a prueba nuestro corazón.
Un corazón frío, vacío, árido, sin latidos de humanidad, es la prueba del fracaso de la eucaristía...Porque la Eucaristía es un don que explota dentro, debo difundirlo, participarlo. Me encuentro investido de una capacidad de ternura, de entrega, de generosidad, de la única salvación, que no es esconderla, sino volcarla sobre los otros. Me hace vivir más allá de mis posibilidades. Y los otros, los que se me acercan, son los que han de recoger después de mi comunión, bondad, esperanza, energía, alegría, comprensión, calor, luz...
“Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”
Transcribo el conocido texto de Sto. Tomás de Aquino (1225-1274):
Te adoro, devotamente, Dios escondido
verdaderamente presente bajo estas apariencias.
A ti se rinde mi corazón
porque, al contemplarte, todo me entrego.
La vista, el gusto, el tacto no llegan,
pero por el oído mi fe está segura.
Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios verdadero,
nada más verdadero que la voz de la misma Verdad.
En la cruz se escondía Dios;
aquí se esconde también el Hombre.
Con todo, confieso mi fe en Dios-Hombre,
repito la confesión del buen ladrón.
No he podido como Tomás, contemplar tus llagas.
No obstante, confieso: tú eres mi Dios.
Dame la fe creciente en tu verdad,
dame esperar en ti, amarte a ti.
Oh, memorial de la muerte del Señor,
Pan vivo que vivifica a los hombres.
Dame vivir por ti,
dame gustar para siempre tu suavidad.
Y acabo con un soneto de Fray Luis de León (1527-1591) titulado:
PREGUNTAS DE AMOR
Si pan es lo que vemos, ¿cómo dura,
sin que comiendo de él se nos acabe?
Si Dios, ¿cómo en el gusto a pan nos sabe?
¿Cómo de sólo pan tiene figura?
Si pan, ¿cómo le adora la criatura?
Si Dios, ¿cómo en tan chico espacio cabe?
Si pan, ¿cómo por ciencia no se sabe?
Si Dios, ¿cómo le come su hechura?
Si pan, ¿cómo nos harta siendo poco?
Si Dios, ¿cómo puede ser partido?
Si pan, ¿cómo en el alma hace tanto?
Si Dios, ¿cómo le miro y le toco?
Si pan, ¿cómo del cielo ha descendido?
Si Dios, ¿cómo no muero yo de espanto?
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)