Homilías
1 DE OCTUBRE: DOMINGO 26 DEL TIEMPO ORDINARIO
IMITADORES DEL TERCER HIJO, desde Tokyo por Juan Vicente Catret S.J.
La liturgia de la Palabra de este domingo nos habla de “dos hijos†directamente y nos hace adivinar que hay “un tercer hijoâ€. ¿Quién es?... En la primera lectura, el profeta Ezequiel ya habla de los “dos primeros hijosâ€...
El primer hijo es “el que dice no que luego es un sí”; es el modelo de los pecadores que se convierten. Se salvará. Dostoievsky comenta: “los grandes pecadores tienen un camino más corto hacia Dios”...Hay que entender esta frase en el contexto de la conversión.
El segundo hijo es “el que dice sí, que luego es un no”. Es el fariseo de buenas palabras pero sin obras de servicio a Dios y al prójimo.
Pero adivinamos que hay “un tercer hijo” en la parábola de Jesús sobre esos dos hijos: el que dice no que es sí y el que dice sí que es no”...
Es el “hijo que va en silencio a cumplir su deber”, a trabajar en la viña del Padre. Es Jesús, modelo de humilde trabajador que en la segunda lectura de S. Pablo en su carta a los Filipenses, “siendo Hijo de Dios, se abajó hasta hacerse hombre y murió, en muerte de cruz. Por eso, Dios Padre lo exaltó y le dio un nombre que supera todo nombre: “Kyrios”: “Señor de cielos y tierra, ante quien toda rodilla se doble”...
S. Basilio lo explica muy bien. Dice:
“las plantas crecen, los animales se multiplican, porque la Palabra Divina está en ellos. No pueden dejar que esa palabra no se concrete. En el principio Dios Padre dijo una Palabra. Todo lo que existe tiene origen en esta Palabra creadora divina. Pero aunque el hombre y la mujer surgen también de esta Palabra divina, su creación difiere de la Creación de las demás criaturas. La naturaleza cumple ciegamente la orden que Dios le da. Esta orden es para ella una fuerza a la que no se puede resistir. Al contrario, el hombre y la mujer recibieron una inteligencia y una voluntad libre. Ellos deben comprender la Palabra con la cual Dios Padre se dirige a ellos, y dar una digna respuesta confirmada con los hechos”
“Obras son amores y no buenas razones”, ya dice el refrán. Si no lo hacemos perdemos nuestra identidad y humanidad como criaturas de Dios. Pidamos crecer cada día más y mejor en la respuesta a la invitación divina”.
Es como una semilla en nuestros corazones, que espera un crecimiento progresivo de servicio por amor. La respuesta difinitiva de “sí a Dios” nos llevará a la salvación eterna. Amemos al Padre que nos llama e invita a ir a la viña y también imitemos al “tercer hijo” que es Jesús...
Quiero terminar con un soneto del Padre José Luis Martín Descalzo (1930-1991), que muestra su fe y amor a Jesús. Se titula:
FE (Jugando con Lope)
En medio de la sombre y de la herida
me preguntan si creo en Ti. Y digo
que tengo todo cuando estoy contigo:
el sol, la luz, la paz, el bien, la vida.
Sin Ti, el sol es luz descolorida.
Sin Ti, la paz es un cruel castigo.
Sin Ti, no hay bien ni corazón amigo.
Sin Ti, la vida es muerte repetida.
Contigo el sol es luz enamorada
y contigo la paz es paz florida.
Contigo el bien es casa reposada
y contigo la vida es sangre ardida.
Pues, si me faltas Tú, no tengo nada:
ni sol, ni luz, ni paz, ni bien, ni vida.
29 DE DICIEMBRE: SAGRADA FAMILIA
MODELO DE LA FAMILIA DE NAZARET
Ofrecemos la homilÃa que años atrás nos envió nuestro amigo Juan Vicente Catret SJ (QEPD)